
¿De qué se alimentan los conejos en las islas Canarias?
Las islas constituyen los mayores reservorios de diversidad de especies endémicas del planeta. Aunque solo ocupan el 5% de la superficie terrestre, contienen cerca del 17% de las especies de plantas. Sin embargo, esta elevada biodiversidad está altamente amenazada.
Los herbívoros invasores constituyen la causa más importante de pérdida de biodiversidad en islas. Entre las especies con más éxito de expansión en islas está el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), responsable de cambios importantes, incluso irreversibles en ecosistemas insulares. Considerado como una de las especies más perjudiciales para la flora de las islas, actúa de forma generalmente poco perceptible, ya que consume referentemente plántulas enteras. La UICN lo ha incluido en la lista de las 100 especies más dañinas del planeta.
Los conejos se consideran ingenieros de ecosistemas ya que producen cambios en la composición y estructura del suelo y en la riqueza y composición de especies vegetales. Exhiben una alta selectividad que contribuye a beneficiar a unas especies en detrimento de otras lo que ha llevado a ciertas especies endémicas al borde de la extinción.
Es conocida la vulnerabilidad de los endemismos insulares al ramoneo de herbívoros invasores debido a la ausencia de mecanismos de defensa. Sin embargo, esto no se había cuantificado nunca a escala insular. Por ello, nos propusimos analizar las relaciones entre densidad de conejo y daños en la flora para cuantificar la importancia de la incidencia de esta especie en la flora, y promover estrategias de manejo.
Utilizamos como modelo Tenerife ya que presenta amplios gradientes climáticos y alta diversidad de ecosistemas y especies endémicas (endemismos insulares, canarios y macaronésicos).
Los resultados demostraron que las especies endémicas son más palatables que las no endémicas, ya que presentaron significativamente más daños (Figura 1a). El 58% de las especies endémicas mostraron daños por conejo, frente al 30% de las no endémicas. Los daños en las especies no endémicas se producen especialmente en áreas degradadas donde las endémicas escasean. Además, los daños aumentaron con la categoría de endemismo (Figura 1b) siendo más frecuente en las especies exclusivas de Tenerife (67%), seguidas de las endémicas de Canarias (54%) y macaronésicas (52%).
El daño por conejo no se distribuyó al azar en los ecosistemas (Figura 2 a,c). Los ecosistemas más abiertos tenían densidades de conejo superiores a los forestales (Figura 2 b,d). La mayor proporción de daños aconteció a mayor altitud, mientras que los valores más bajos se encontraron en los bosques de laurisilva (Figura 2a). La correlación entre el daño por conejo y la densidad de este herbívoro fue débil. Así, la densidad de conejo puede ser baja en ecosistemas con alta proporción de daños, lo que indica que los daños a la flora endémica no dependen de la densidad de conejo.
En definitiva, podemos decir que en Tenerife hasta dos tercios de las especies endémicas se ven afectadas negativamente por el conejo (Figura 3), lo que enfatiza su impacto como agente que transforma profundamente los ecosistemas.
Jonay Cubas & Juana María González-Mancebo
Plant Conservation and Biogeography Research Group. Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal. Universidad de La Laguna. Avda. Francisco Sánchez s/n, 38200 Apdo. 456. San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, Islas Canarias, España. Email: jcubasdi@ull.edu.es; jglezm@ull.edu.es
Para más información:
Cubas, J., Irl, S.D.H., Villafuerte, R., Bello-Rodríguez, V., Rodríguez-Luengo, J.L., del Arco, M., Martín-Esquivel, J.L. & González-Mancebo, J.M. (2019). Endemic plant species are more palatable to introduced herbivores than non-endemics. Proceedings of the Royal Society B 286: 20190136 [doi.org/10.1098/rspb.2019.0136].